LA NECESIDAD DE ALABANZA
Muy pocas personas cambian porque les señalemos sus errores, y tampoco nos van a amar porque lo hagamos lo más probable es que nos rechacen, pero si queremos ayudar a otros a que sean personas hermosas debemos trabajar por medio de la alabanza y el estímulo sincero.
La alabanza sincera es el calor y la ternura que todos necesitamos para cambiar y ser mejores, un gramo de alabanza puede lograr más que una tonelada de censura, y si buscamos bien todo niño tiene algo que alabarle.
Alabar a un niño no lo malcría, cuando un niño no recibe alabanzas por algo bien hecho cuando el lo merece, ese niño la buscarla de maneras peligrosas. Por eso cuando la pandilla lo alaba por mentir y robar, naturalmente va a tratar de ser un experto en ello.
GUIAS PARA ALABAR A UN NIÑO
1- Alabe la actuación del niño, no su personalidad, debemos alabar al niño por lo que hace no por su carácter ejemplo : si le decimos a un niño que es “muy bueno” el podría responder portándose mal, porqué? Puede ser que tenga miedo de no poder vivir al nivel de bondad que se espera de el, por eso en lugar de alabar el carácter, la alabanza debe reconocer las tareas bien hechas, las buenas acciones hacia los demás, el ser honesto y merecedor de confianza. El padre de felicitar al niño por esforzarse por hacer las cosas bien, aunque no las haya conseguido completamente. Ejemplo: “gracias por haber ayudado a tu hermanito” “Te felicito, antes te molestabas pronto, ahora eres más dócil, gentil etc. “
2- Alabe aquellas cosas por las que el niño es responsable, no por las que él no puede hacer nada al respecto. Por ejemplo: El no hizo nada por tener ojos azules o pelo blondo, alabar al niño por tales cosas puede crear orgullo y engreimiento, pero alabar al niño por actos de bondad y generosidad no le daña ni hace que se vuelva orgulloso, el necesita de la aprobación y quiere sentirse útil y de valor, el niño va a responder al aprecio genuino con buena conducta . El niño que tiene la aprobación de otros puede llegar a ser humilde, el niño orgulloso y jactancioso no está seguro de su valor.
“Mi hijo siempre tiene algo positivo que yo puedo ver y aceptar”
3- Reconozca que el elogio se necesita especialmente de la gente más importante para el niño. Los padres son las personas más importantes del mundo para el, recordemos que el mundo del niño es pequeño, cuando éstos lo alaban el se siente amado y seguro. Un niño dijo esto: “ no mi importa lo que opine el mundo entero, me importa lo que diga mi papá”. Alabar a un adolescente significa ayudarle a superar su timidez y desarrollar su independencia, La alabanza desarrolla generosidad, iniciativa y cooperación.
4- Alabe sinceramente: El niño se da cuenta cuando usted es sincero, el no puede ser engañado, por lo tanto la alabanza no debe ser falsa, la adulación no tiene ningún sentido. La sinceridad enseña al niño cómo aceptar con tranquilidad las felicitaciones y cómo recibir los honores con humildad.
5- Alabe al niño en lo que hace por iniciativa propia, hacer algo de valor sin que se le haya dicho merece un estímulo, tal reconocimiento lo llevará a que tenga más confianza en si mismo.
El padre también debe estar listo para animar al perdedor, en una carrera todos son dignos de alabanza, alabarle porque se e esforzó aún cuando haya perdido le da el valor para seguir intentándolo y lo motiva a enfrentar los momentos difíciles que toda persona tiene que pasar.
6- Tenga presente que cuanto antes llegue la alabanza mucho mejor. Si el padre está cerca cuando haya logrado un éxito es bueno, si está presente cuando lo intentó y fracasó, dele una palmadita en la espalda, esto le dará mucho aliento.
7- Recuerde que al dar aliento las actitudes de los padres es importante, tanto como sus palabras, la manera en que los padres comparten el éxito o el fracaso, el tono de voz su actitud y sus palabras lo va a animar o a desanimar.
Recuerde que un adulto puede vivir sin alabanza diaria un niño no, el necesita tenerla constantemente para poder desarrollarse. Dichoso el niño que tiene una alabanza sincera y genuina.
Mary de De León
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