L A I R A
Me contaba una amiga que hace muchos años ella estaba en una peluquería para niños en espera de cortarle el cabello a sus dos hijitos, el peluquero gritaba “el siguiente” varias veces y en vista de que nadie se movía ella pensó que era el turno de sus hijitos, lo que vino después fue tan sorpresivo, cuenta ella que no supo de donde se levantó una señora y se le dejó ir con tanta ira y le propinó una cachetada que casi se desmaya, lo demás fue muy confuso, mi amiga no sabía pelear y cuando trató de defenderse el esposo de la otra se metió en medio y se hizo un pleito de película, terminó en que la mujer se fue con el esposo enojado y con los niños sin pelar, y mi amiga tuvo que quedarse con la cara hinchada y con la cólera de no haber podido responder de la misma forma.
Yo me pregunto qué hace que la gente actúe en esta forma, a tal grado que ya no le importa “ el qué dirán “ , ya no piensa si esta es la manera adecuada de conducirse, o si va a tener consecuencias mayores, en proverbios 27:4 dice: “Cruel es la ira, e impetuoso el furor”. El Salmista sabía lo que decía, pues la IRA es cruel, porque es un sentimiento que destruye el alma y el cuerpo, pues la persona que tiene ira, puede enloquecer, de hecho en los Hospitales neurosiquiátricos están llenos de enfermos con IRA.
Una persona que enloquece, no es una persona PASIVA ( por supuesto habrá sus excepciones) pero la mayoría son agresivos.
Si ustedes han sentido alguna vez ira pueden decir fielmente que este sentimiento hace que se pierda el control total de uno mismo; se va transformando la cara de forma increíble, los ojos se ponen vidriosos, las expresiones son aterradoras, y salen una fuerza bruta.
No solo los hospitales especializados tienen gente así , también las cárceles están llenas de gente con ira, gente que ha agredido o matado en un arranque de ira.
Las maras o gangas o como se le llame en su país, también están formadas de jóvenes llenos de ira , por la vida que han tenido en sus hogares ó en las mismas calles, estas personas son capaces de los crímenes más horrendos. Cuando hay ira uno hace cosas o dice cosas que después se lamenta.
Sabían ustedes que la ira es una de las puertas que abrimos para que entren una serie de espíritus inmundos, así que después de la ira tenemos celos, envidia, rencor, odio, falta de perdón, etc. Lo que nos van convirtiendo en personas AMARGADAS Y ENFERMAS y con una legión morando dentro de nosotros.
ENFERMAS FISICAMENTE: Porque la ira sube la presión arterial, da taquicardia, enferma el corazón, el hígado, el páncreas (diabetes) tienen acideces hasta causar gastritis , ulceras, etc. .
En Salmo 37:8 “Deja la ira y desecha el enojo, no te excites de manera alguna a hacer lo malo” En otras palabras quieres ser sano no te enojes.
En la Biblia tenemos todo un manual para pasarnos la vida más tranquila y no es que nos prohíba enojarnos pues en Efesios 4:26-27 nos aconseja “ airaos, pero no pequéis no se ponga el sol sobre tu enojo ni deis lugar al diablo” y sigue en gálatas 5;19-21 “…que los que practican tales cosas no heredarán el reino de los cielos”. Hay entonces una condenación si damos rienda suelta a la ira.
ENTONCES COMO LA DOMINAMOS?
La clave es EL DOMINIO PROPIO, tenemos que aprender a dominarnos, no todo lo que deseamos es bueno para nosotros y muchas veces no todo lo podemos alcanzar, así que si empezamos por tener contentamiento con lo que tenemos, a no envidiar los logros de los demás, a no retener el rencor, si aprendemos a perdonar diariamente las ofensas que recibimos, si podemos controlar nuestro carácter, a no contestar tan ligeramente, ( la blanda respuesta aplaca la ira Prov. 15:1) estoy segura de que viviremos más contentos.
Este fruto del Espíritu se da a través de los siguientes pasos
l- Reconocer nuestras faltas
2- Arrepentirnos de las mismas y tener el firme propósito de no volver a repetirlas
3- Reconocer a Jesús como Hijo de Dios, y que solamente a través de El obtendremos el perdón de pecados y la vida eterna.
4- Pedirle a Jesús que nos haga nacer de nuevo a través de su Espíritu Santo morando en nosotros y obtener EL DOMINIO PROPIO como uno de sus frutos, viviendo así una vida mas tranquila y en paz.
Que el Señor nos ayude a dominarnos en todo momento.
Mary de De León
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