ROMPA LAS CADENAS DE SU PASADO
Casi todos tenemos un pasado que no nos gusta, es parte de nuestra vida en la cual tuvimos equivocaciones o fuimos heridos por otros y quisiéramos olvidarlo por completo y de hecho así lo hacemos, tratamos de decir “estoy bien” , pero muy en el fondo de nuestro corazón y bien guardadito, están las heridas que dejaron esos momentos. Dios quiere que meditemos en este tema para poder hacernos libres.
Cuando se nos descompone el carro, podemos llevarlo al mecánico y éste puede ver si hay reparación, pero si es algo más grave, el mismo mecánico, nos envía a la empresa que los fabrica para que lo vean y cambien piezas que solo ellos tienen.
Así somos nosotros, muchas veces queremos reparar nuestras heridas, nosotros mismos, y lo que conseguimos es una cura a medias, pero hay alguien que si nos conoce a cabalidad, y mucho mejor, el conoce todos los aspectos de nuestra existencia, y cualquier cosa que no anda bien, el sabe el origen y la solución, y puede sanarnos si se lo permitimos, y esa persona es Dios.
En cambio el propósito de Satanás es herir y mantener esa herida abierta, si leemos el libro de Job en su capítulo 1:1-22 vemos que Satanás mira la forma de herir a Job y de quitarle todo lo que le hacía feliz.
El enemigo hará todo lo posible porque sigamos su camino de maldad y de muerte, y tratará por todos los medios de separarnos de Dios, recordemos que su propósito es herir y mantenernos cautivos en medio de nuestros lamentos. En Juan 10:10 dice que Satanás: roba, mata y destruye, el quiere robarnos la bendición, la vida en abundancia que nuestro Señor ya nos diò, el quiere que vivamos con las heridas del pasado, o sea con resentimiento, y sabe usted que el resentimiento es el cáncer del alma, es algo que no nos deja vivir en paz ni con gozo sino que nos va envenenando cada vez más, en Hebreos 12:15 nos dice que el que tiene una raíz de amargura, deja de alcanzar la gracia de Dios.
Hay muchas causas para tener resentimientos, hoy voy a enumerar algunas:
LAS CAUSAS MÁS COMUNES DE LAS HERIDAS DEL ALMA SON:
A) El rechazo antes de nacer: Muchas veces las personas creen que el feto no escucha, pero la ciencia a demostrado todo lo contrario, y muchos padres dicen que no quieren al bebé porque ya tienen muchos, porque no hay dinero, porque están pasando por problemas matrimoniales, o porque la mamá es madre soltera y esto conlleva una serie de problemas, quizá es fruto de una violación. Cualquiera que haya sido el caso el bebé percibe el rechazo desde antes de nacer y su almita empieza a estar herida.
B) Heridos por nuestros padres: Muchas personas han sido heridos por sus propios padres, con palabras ofensivas, como “bruto” , “estúpido”, “no servís para nada”, “sos fea(o)” , “tonto”, “no te quiero”, “mejor estuvieras muerto”, “maldito”, Etc.
C) Traicionados por amigos: Cuantas veces hemos confiado en algún amigo o amiga y el resultado ha sido la traición, y lo peor es que quizá era el amigo que era mejor que un hermano, en el cual nos apoyábamos y lo queríamos mucho, y al vernos traicionados nos dejan una herida muy grande.
D) Señalados, odiados, o acusados falsamente: Si hay algo que nos duela mucho es ser señalados por lo que no somos, sentir ese odio de alguna persona por algo que no entendemos porque no hemos hecho nada para merecerlo, o acusados de errores que no son nuestros, todo esto trae inmenso dolor.
La persona herida crece incapacitada para amar o dar amor, prácticamente se aísla por temor a seguir siendo herido, pero carga consigo un gran resentimiento y esto poco a poco la separa de Dios.
El enemigo sabe que con resentimientos acumulados nos mantiene atados, así mismo nosotros mantenemos atadas a las personas que nos hirieron, vemos en el libro de Samuel 1:8-10 un caso de resentimiento, pues vemos como Ana, herida por los ataques de Penina, la mantenía cautiva en su corazón por la falta de perdón, cuando ella llegó al altar y confesó a su Dios el dolor que tenía y perdonó, regresó a su casa en paz y empezó a recibir la bendición retenida, así que nosotros debemos hacer como Ana, que hizo Ana?
A) Buscó el rostro de Dios
B) Se humilló ante su presencia
C) Perdonó a los que la hirieron
D) Desató a la persona que la tenía cautiva
La medicina para las heridas del pasado es EL PERDON , Mateo 6:12-14 y 18:21-22, Jesús nos enseña en cuanto al Perdón, cómo debemos de perdonar y cuantas veces debemos de perdonar.
¿Ha perdonado usted a las personas que lo han herido?, hágalo hoy mismo, no esté arrastrando cadenas de amargura que no le dejan ser feliz, en Jeremías 30:17 nos dice “mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová”.
Rompa con su pasado, como dice la palabra ya pasó , no lo puede seguir viviendo, empiece con su presente, con las promesas que Dios mismo le da a través de su palabra, recuerde Juan 8:32 “ y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Mary de De León
No hay comentarios:
Publicar un comentario