COMO EDIFICAR NUESTRO MATRIMONIO
“Si Jehová no guardare la casa, en vano trabajan los que la edifican”
Sal. 127:1ª
Mucho se ha hablado sobre el matrimonio y hoy en día pareciera que no hay el suficiente conocimiento sobre el mismo, pues por las estadísticas vemos que cada vez son menos frecuentes, ya que “la moda” es primero probar y después casarse, pero realmente el plan de Dios no era ese, su propósito más grande fue el de formar una familia a través del matrimonio y que ésta fuera FELIZ, de hecho en Génesis 1:28 nos dice que Adán y Eva fue el primer matrimonio que bendijo .
Cuando hicimos votos matrimoniales, posiblemente nos citaron Marcos 10:7-9 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y los dos será una sola carne; así que no son ya más dos sino uno. Por tanto lo que Dios juntó no lo separe el hombre”, es posible que algunos no le hayan dado la debida seriedad a esta cita, y pronto olvidaron el compromiso que adquirieron ante Dios, y cualquier tontera tomaron como pretexto para irse de regreso con “mami” y seguidamente muy orgullosos de la decisión deciden divorciarse no pensando en las implicaciones que esto conlleva para los hijos, para la familia y para ellos mismos.
Cuando conocemos a nuestro futuro o futura, sabemos que son personas totalmente diferentes a nosotros y con diferentes necesidades, una parte de psicología dice que:
La mujer: tiene necesidad de Afecto, comunicación (conversación, ser escuchada), de apoyo, honestidad, transparencia.
El hombre: De compañía, relaciones (amigos), de admiración
Ambos: Tienen necesidad de respeto, amor, honra. Esto se puede dar cuando hay verdadero amor entre los dos y cuando Dios reina en ese matrimonio.
En Dios llegamos a ser una sola persona, el matrimonio funde a dos personas distintas para que sean una sola y así realizar una familia unida.
Cuando nos casamos Dios quiere darnos prosperidad a los dos, al hombre y a la mujer, pero nosotros mismos ponemos obstáculos, pues antiguamente se casaban las personas con bienes mancomunados, hoy en día con bienes separados; y saben , la principal causa de divorcios es el dinero, luego le sigue los problemas sexuales.
Cuando somos “ uno solo”, si uno padece de escasez también el otro lo sufre y si hay abundancia también el otro lo disfruta, Dios no planeó bienes separados, eso no es de Dios, pues el quiere que también en las finanzas seamos uno solo.
QUE PODEMOS HACER PARA SER “UNO SOLO” EN LAS FINANZAS:
1- Unir las entradas de dinero de ambos lados, olvidando que posiblemente uno de los dos gane un poquito mas y hacer un presupuesto.
2- Gastarlo apropiadamente en la familia, hijos etc. sin olvidar su diezmo, ofrendas y ahorro.
3- Tratar de tomar algo de dinero para gozarlo con la familia.
4- Siempre tomar las decisiones juntos.
En los versículos que estamos estudiando nos dice que Dios instituyó el matrimonio, pues El quería que fuéramos una sola carne, dejando aun lo mas preciado que son nuestros padres para pasar a ser una familia unida.
En el versículo 9 nos recalca: “lo que Dios unió no lo separe nadie”, mis amados NO HAY DIVORCIO así lo dice la Biblia, pleitos, contiendas si hay y siempre van a haber, porque el diablo siempre estará utilizando cualquier problemita para matar el amor y destruir el matrimonio.
El sabe que destruyendo matrimonios, hay mayor número de personas tristes, destruidas que podrían irse al mundo sin esperanza, de allí que vemos constantemente familias desintegradas, hijos que han buscado las maras, hijas metidas en prostitución o libertinaje, vicios etc. , muy alejados de los caminos de Dios.
En cambio Dios quiere que seamos felices en el matrimonio, es por eso que debemos de saber manejar los problemas a la luz de la palabra, si Dios no está en medio de los dos , eso no funciona.
Ef. 4:26 nos dice “que podemos airarnos pero no pecar, no se ponga el sol sobre vuestro enojo” . Eso quiere decir que podemos enojarnos pero que no pase el día sin reconciliarnos, porque si usted deja un día y una noche, puede pasar otra y otra hasta que el problema llegue a proporciones más grandes y tal vez se había enojado por una insignificancia y al final le va a costar reconciliarse.
Ver. 29 “ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca” . Cuidado con las palabras que dejamos ir en momentos de enojo, que muchas son malas palabras y otras son tan hirientes que lastiman el corazón, es mejor quedarse callado o pensar bien lo que va a decir recuerde a Prov. 15:1 “la blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”.
Ver. 3l “quítese toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, malicia, en una palabra cambiemos de actitud, tratemos de ser felices, vea el lado bueno de la vida, practique platicar en vez de discutir y lleguen a acuerdos, algunas veces se tiene que ceder.
COMO DEBEMOS SER? Misericordiosos y perdonadores.
QUE NOS DICE A LAS MUJERES EN ESPECIAL? Gen. 2:18 “Dios nos creó para ser AYUDA IDONEA.
AYUDA: Persona que sirve, presta auxilio, socorro, presta cooperación para hacer algo.
IDONEA: Persona que tiene la suficiente aptitud o buena disposición para ayudar a hacer algo.
Entonces fuimos hechas para ser compañeras aptas para ayudarlos en todo.
No compitamos con ellos, ayudémoslos en lo que podamos, seamos buenas amigas: que no tengan necesidad de buscar amigos en la calle, seamos buenas esposas:, tengamos el hogar bonito, que sienta alegría llegar a casa , seamos buenas amantes: que no busque afuera lo que puede tener adentro, el sexo lo dio el Señor para disfrutarlo dentro del matrimonio no para que nos doliera la cabeza, no seamos gruñonas, coléricas, frías, desatentas.
No se nos olvide que nuestro esposo es cabeza y debemos sujetarnos, es difícil cuando por mucho tiempo nos han dejado ese lugar a nosotras, pero entendiendo a Cristo podemos regresarles ese lugar, Leamos la palabra especialmente I de Pedro 3:1-7 en el cual nos aconseja que consideremos nuestra conducta “casta y respetuosa”, con un espíritu afable y apacible (o sea teniendo buenos pensamientos, que seamos corteses, dulces, agradables, con temple apacible.
Y A USTEDES VARONES: En el Ver. 7 se les aconseja que puedan vivir con sus esposas sabiamente o sea cuerdamente con acierto, “dando honor a la mujer como a vaso frágil” o sea con estimación “y como a coherederas de la gracia de la vida” o sea que en ese sentido Dios nos ve iguales. Y “para que vuestras oraciones no tengan estorbo” Es que si no tratan a sus esposas de esa manera toda oración con el Padre va a tener estorbo y va a tardar más la respuesta. en otro lugar en el libro de Efesios 5:28 resume todo esto diciendo que “los maridos deben amar a sus esposas como a si mismos” y es que no creo que haya alguna persona que no se quiera a si mismo, pues antes tiene que quererse uno para poder amar a otros.
Con todas estas armas podemos pelar la buena batalla por nuestro matrimonio, siempre oren, ayunen, pidan en el nombre de Jesús que Dios guarde a su esposa o su esposo de hombre o mujer mala, de tentaciones, de problemas, de malos amigos (as), de ser buen administrador, por su vida sexual y por muchas otras cusas que usted sabe.
Así juntos llegarán a ser UN MATRIMONIO FELIZ
Mary de De León