ESTAS VIVIENDO EN LA
VIEJA O NUEVA
NATURALEZA?
El día de
hoy vi una noticia casi
sacada de una
película de terror,
una madre que
había matado a sus
gemelitas recién nacidas y
las había tirado
en un inodoro,
en otro país
andan buscando todavía a
28 adolescentes que
desaparecieron, por supuesto
la sospecha es
que los hayan
matado y enterrado
como ya se ha
hecho costumbre, en noticieros
internacionales nos enteramos
de crímenes tan
grotescos que por
mucho que uno
este acostumbrado siempre
le causan pavor,
no digamos de
las injusticias de
parte de la
Policía, de Jueces
y Magistrados y
lo peor del
caso es que
muchos se dicen “Cristianos”, realmente
no se si
es que no
han entendido las
sagradas escrituras o
que su conversión
no ha sido
auténtica.
En la Palabra
nos dice que
por el pecado
de Adán y
Eva, la humanidad
nace arrastrando el
pecado original y por lo
tanto nos inclinamos
a tener una
naturaleza pecaminosa, o
sea todos nacemos
con la inclinación
a hacer el
mal en lugar
del bien.
La naturaleza pecaminosa
nos hace ser
personas de mal
carácter, celosas, malhumoradas,
obstinadas, necias, envidiosas,
egoístas, pleitistas, etc.
a esto le
llama la Biblia
“hombre natural” o “vieja naturaleza”,
porque todo
lo que hacemos
y pensamos mal
viene de la “carne” o
sea de nuestros
propios deseos, Pablo
lo decía muy
claro en Ro. 7:18
“yo sé que en
mí, es decir, en mi
naturaleza pecaminosa, nada
bueno habita. Aunque deseo hacer lo
bueno, no soy capaz
de hacerlo”.
Por lo tanto
nosotros por nuestros
propios medios no
podemos quitarnos esa
pesada carga, pero
regresemos al libro
de Génesis 3:15
desde esos tiempos
ya
Dios había encontrado
la forma de
que nos reconciliáramos con El, y
en ese versículo
estaba anunciando la
venida de nuestro
Señor Jesucristo para
que por su
medio nosotros pudiéramos dejar
la “vieja naturaleza”
y adquirir una
nueva.
En 2 de Co.
5:17 dice: ”Por lo
tanto, si alguno está
en Cristo, es una
nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado,
ha llegado ya lo
nuevo!”.
Es una promesa
maravillosa la cual
deberíamos creer, en
el momento mismo
que sentimos un
real arrepentimiento y
le pedimos a
nuestro Señor Jesucristo
que entrara en
nuestro corazón, creyendo
con plena certeza
de que el
es el hijo
de Dios y
que murió y resucito
al tercer día
para que todo el
que en el
creyera fuera salvo,
en ese momento
estamos diciéndole a la “vieja
naturaleza” que se
vaya, porque la doctrina
de Cristo nos enseña
a renunciar de
la antigua conducta a
despojarnos del “viejo
hombre corrompido por
la seducción del
placer” y en Ef.
4:24 nos invita
a” …Revestirnos de
nuevas criaturas, creadas
a imagen de
Dios , en orden
a una vida
verdaderamente recta y santa”.
Me dirán hay
hermana es muy difícil
después de
años y años
haciendo lo mismo,
pero yo les
digo con autoridad
que todo lo
que nosotros nos
proponemos lo podemos
conseguir, Eje: Cuando
yo era joven trabajaba
con muchos varones
los cuales eran
mal hablados y pues
yo aprendí a
hablar así, cuando
comprendí esta doctrina
traté de hacer
el cambio y saben me
costó mucho, no
crean que es
muy fácil, pero
la buena noticia
es que tenemos
un amigo que
siempre está a
nuestro lado y
es el Espíritu
Santo y con su
ayuda
yo logré regresar
de nuevo a
tener una conversación
sin malas palabras ,
cada vez que
tenía la intensión
de decirlas me
recordaba que era
nueva criatura.
Y es que
la nueva naturaleza
procede de Dios,
y ésta no
puede pecar en
I de Juan
3:9 nos afirma
que “ninguno que haya
nacido de Dios
practica el pecado,
porque la semilla
de Dios permanece
en él; no
puede practicar el
pecado, porque ha nacido
de Dios”.
Ahora bien, lo
que me preguntaba
a un principio, ¿ será que
la gente no
ha comprendido bien
las escrituras o es que
no han tenido
una conversión genuina?.
La Biblia nos
habla de un
personaje llamado Simón
en el libro
de Hechos 8:13
si ustedes leen todo
el capítulo se van a enterar que
éste personaje aceptó
a Cristo, se
bautizó, la Palabra
dice que se
asombraba de los
grandes milagros y
señales que veía,
sin embargo su aceptación
no fue genuina
porque a pesar
de todo, Pedro
lo reprende.
No esperemos ser
reprendidos, es mejor
andar en nuestra
“nueva naturaleza” ésta
nos hará personas
amorosas, pacientes, dóciles, misericordiosas, benignas,
perdonadoras, bondadosas y justas.
Si todavía nos
falta, oremos para
que el Espíritu
Santo nos ayude a
como llegar : como
dice en Efesios
4:13 “(LBLA) hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios,
a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo;”
Que el Señor
los bendiga
Mary de De
León